Cuando el alumnado con el que se trabaja es muy pequeño y no tiene experiencia en el diseño y la programación con Scratch, comprender la diferencia entre crear y jugar nos es tan fácil. Se observa que la experiencia que tienen con los aparatos electrónicos es fundamentalmente pasiva, reciben información o siguen unas instrucciones para poder jugar. Es por eso que en sus primeros contactos con Scratch tienden a confundirlo con un juego y su primer impulso es intentar averiguar cómo se juega, qué hace el gato, a qué botón hay que darle para empezar
Pienso que es una manera de introducir el lenguaje computacional a los más pequeños puesto se camufla como si fuera un juego y hace el aprendizaje más entretenido, además ofrece cantidad de opciones para trabajar las distintas materias del currículo de infantil, primaria, secundaria, etc.
En mi opinión es un programa que es muy intuitivo y esta razón es la principal por la que es necesario trabajar este tipo de programas desde las etapas más tempranas.
Scratch puede ser el inicio para poder en un futuro programar robots, lo cual cada vez está más a la orden del día, en el ámbito educativo e incluso en nuestro día a día. Podemos afirmar que en un futuro próximo nuestro alrededor estará rodeada de robots.